Principios administrativos-institucionales en el proceso de regionalización

La división política-administrativa del país, tuvo como objetivo fundamental la desconcentración y la descentralización de la gestión de administración y gobierno interior.

En 1973 debido al nuevo modelo de desarrollo en Chile, fue necesario reformular la estructura político-administrativa. Por lo tanto, mediante los Decretos Ley 573 y 575 de 1974, se reagruparon las 25 provincias existentes, creándose 13 regiones, con sus intendentes y a su vez se crearon las provincias con sus gobernadores. Pero a nivel local, se mantuvo la existencia del Municipio, reformulándose la jurisdicción y atribuciones de las municipalidades. Sumado a los Decretos Leyes anteriores, en estos también se establecieron las funciones y atribuciones de intendentes, gobernadores y alcaldes.

En 197 se creó el fondo nacional de desarrollo regional (FNDR), esta forma parte del presupuesto nacional, pero es elaborado regionalmente. Mediante estos recursos las regiones pueden financiar estudios y proyectos de inversión destinados a su desarrollo.

El volumen de recursos que se debe destinar al FNDR es de a lo menos un 5% del total de ingresos tributarios y arancelarios, excluida la contribución de bienes raíces. Además de los recursos financieros, se crearon organismos de apoyo al gobierno regional, provincial y comunal.

A nivel regional existen las secretarias regionales de planificación y coordinación (SERPLAC) como organismo asesor de la intendencia. También se crearon las secretarias regionales ministeriales de los diversos ministerios, (a excepción del ministerio del interior, defensa nacional y relaciones exteriores.) su función; ejecutar políticas regionales y coordinar la labor de los servicios.

La creación de las direcciones regionales de los servicios públicos y entidades del estado, incluyendo a la contraloría general, tienen como funciones aplicar las políticas determinadas por el intendente regional y asesorar técnicamente al secretario regional ministerial. La creación de los consejos de desarrollo regional; que se encargan de posibilitar e impulsar el desarrollo en los territorios bajo su jurisdicción.

A nivel provincial los gobernadores tienen como función efectuar las tareas de gobierno y administración interior y fiscalizar la ejecución de los planes, programas y proyectos de desarrollo provincial.  Cada provincia cuenta con un Comité Asesor, que presenta asesoría en todas aquellas materias para los que requerido por el gobernador.

A nivel comunal, se cuenta con un consejo comunal de desarrollo, integrado por representantes locales (junta de vecinos, centros de madres, de apoderados, asociaciones juveniles, deportivas, etc.). Desde este punto es donde la regionalización por medio de la estructura de participación  permite la integración de los habitantes a la actividad nacional.

Una importante medida de descentralización y desconcentración administrativa, fue la dictación del D.L. 2345 sobre desburocratización, en que se reducen trámites administrativos y se conceden mas atribuciones a los secretarios regionales ministeriales y jefes de servicios en el otorgamiento de permisos, teniendo como fin el manejo más expedito y descentralizado del personal.

Las SEREMIS, no tienen estructura orgánica acorde con las exigencias de la regionalización, basándose su accionar en los servicios dependientes. Gran parte de las unidades ministeriales tienen un carácter unipersonal, carecen de dotación mínima de personal.

Las SERPLAC son los únicos órganos que cuentan con recursos humanos calificados, pero se ve afectada por la falta de implementación y capacidad administrativa de las otras SEREMI. Las SEREMIS, al tener un sistema de información por sector, tienen mejores tomas de decisiones a nivel sectorial regional.

Finalmente; la tercera fase del proceso de regionalización: el “Desarrollo”, iniciándose en 1976, con la creación del fondo nacional de desarrollo regional. A lo largo del tiempo la tarea a cumplir del F.N.D.R. a partir de la regionalización ha contribuido a  destinar los recursos hacia obras para mejorar los niveles de vida, como centros asistenciales, deportivos, de esparcimiento, etc.  





fuente:

CONARA, Evaluacion del proceso de regionalización: 1974-1978 [en línea]. (Chile) 1974. Disponible en la World Wide Web: http://www.subdere.gov.cl/1510/articles-69060_recurso_1.pdf